El siglo XX se inicia
en Colombia con dos hechos determinantes: La guerra de los
Mil Días y la
separación de Panamá (1903).
Para entender por qué,
hay que iniciar por la constitución proclamada por Rafael Núñez en 1886. En
ella se limitan los derechos y las garantías individuales de los colombianos,
que se habían logrado en las constituciones anteriores y los gobiernos de la Regeneración
conservadora hicieron que esos derechos fueran decepcionantes.
La prensa de oposición fue sancionada o
clausurada; hubo destierro y cárcel para los oponentes y el voto, ya
restringido en la Constitución de 1886 a quienes supieran leer y escribir y
tuvieran patrimonio económico, en la práctica se reservó para el partido de
gobierno. Entre 1880 y 1904, el partido liberal sólo logró elegir dos
representantes a la Cámara, uno en cada período parlamentario y ni un solo
senador. En estas condiciones los sectores belicistas del liberalismo compuestos
fundamentalmente por abogados y jóvenes intelectuales, se impusieron sobre el
sector pacifista de su partido representado por gentes de mayor edad y capital,
esto llevó a los liberales a enfrentarse en diversas guerras contra los conservadores.
La guerra de los mil
días es el resultado de la violencia política que entre 1899 y 1902 arroja un
saldo de 100 mil muertos, es decir, el 2.5% de la población.
Aunque Rafael Núñez es
elegido por el partido liberal, es apoyado por los conservadores y finalmente
con él termina la Hegemonía Liberal, más aun, dadas las condiciones que
impone la constitución de 1886, se estigmatiza y persigue a la oposición liberal,
dando lugar a una polarización en el país.
El 17 de octubre de
1899 se da el inicio oficial de las batallas de la guerra de los mil días, cuando
Pablo Emilio Villar, comandante liberal se enfrenta a los conservadores en
Bucaramanga, batalla en la que salen derrotados frente al ejército del gobierno
que se encontraba mejor armado y preparado.
Entre el 11 y el 13 de
noviembre Rafael Uribe Uribe, realiza otro ataque intentando tomarse Bucaramanga,
pero una vez más sus hombres son derrotados por el ejército conservador.
Una tercera batalla
inicia entre el 15 y el 16 de diciembre de 1899 en Santander, aquí se da uno de
los enfrentamientos más sangrientos de la historia de Colombia: la batalla de Peralonso,
donde finalmente los liberales logran una victoria temporal cuando el general
Uribe Uribe coronó la victoria a través de un fulminante ataque al puente sobre
el río Peralonso, tomando así las posiciones vitales y acabando con la
vanguardia rival. Posteriormente el 17 los liberales atacaron a las fuerzas
del gobierno desorganizadas con el grueso de sus tropas haciéndolos huir.
Con esta victoria, los
liberales se fortalecen, abarcan un poco más de territorio y traen 1200 hombres
del llano, haciendo que su tropa parezca mejor organizada y más fuerte. Se preparaban
para continuar su lucha.
Los liberales, apoyados
tradicionalmente por la zona de Norte de Santander, empiezan a controlar Cúcuta
poniendo en riesgo la autoridad del gobierno conservador.
Sin embargo, los
conservadores podían reemplazar a sus soldados muertos, mientras que los
liberales solo contaban con voluntarios, por lo que las dos facciones estaban
realmente muy disparejas
Las tropas liberales se
empiezan a movilizar de nuevo en abril, pero sin un plan definido, finalmente
las circunstancias hacen que ambos bandos se encuentren de nuevo en el sitio
llamado Palonegro.
Uribe Uribe distribuyó a sus
hombres en una línea de batalla entre Palonegro y Lebrija, mientras los
conservadores empezaron a enviar tropas desde Bucaramanga al frente de combate,
atacando unas elevaciones en las que estaba situado el pueblo de San Pablo, en
el centro de la línea liberal ubicada entre Palonegro y Casa de Teja. Dicha
posición se volvió el punto principal en disputa entre ambos bandos, pero el
terreno era muy incómodo para la defensa liberal.
los liberales estaban en una
seria desventaja ya que empezaron a agotar sus reservas de municiones y hombres
con los tiroteos y ataques incesantes, en particular en la lucha de la Loma de
los Muertos, ubicada en la tierra de nadie. Tras los hechos del día 14 de mayo,
la batalla estaba perdida para los liberales, pero no se tomaron acciones por
parte de los comandantes liberales.
Finalmente, el 25 de mayo, los
conservadores detuvieron el ataque general y concentraron todos sus esfuerzos
en atacar el flanco izquierdo enemigo, Lebrija; los defensores estaban
pobremente armados, y, ante un ataque masivo, fueron arrollados. Tras esto, los
liberales notaron que las fuerzas del gobierno podían rodearlos con facilidad,
por lo que se vieron forzados a iniciar la retirada hacia Rionegro el día
siguiente, abandonando Palonegro y dando fin a la batalla más grande y decisiva
de la guerra.
El saldo final de la batalla
de Palonegro es de 4 mil muertos, cifra quese alcanza por la
movilización que no fue únicamente de ejércitos, sino también de mujeres,
jóvenes e incluso niños.
Con la derrota en los
campamentos, durante la Guerra de los Mil Días, el partido
liberal quedó destrozado
militar, organizativa e ideológicamente por lo que su única alternativa es iniciar
una guerra de guerrillas
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